Bueno, parece que los 21 días de alegría, han mejorado un poco con este fin de semana en el que, gracias al sol, nos hemos podido olvidar de las dos semanitas de Mordor que hemos tenido.
Fotografía
Ayer, después de la inundación que tuvimos en casa, tras el baño de Kinta, nos fuimos de cumple…pero no penséis en un cumple en plan fiesta cervecera y bailoteo…no, más bien no…cuando eres la única entre todas tus amigas que no tiene descendencia, los eventos sociales que te esperan son aquellos en los que hay tartas de Frozen, castillo hinchable y regalos de La Patrulla Canina…si, un cumpleaños infantil.
Que penita, ya acabaron las mini vacaciones de Semana Santa…aunque como ya sabéis, por muy minis que sean, yo este año ni las he olido…pero bueno, los ratitos para cervezas y tapitas, los he sacado, así que, no me quejo.
No creais que se me ha olvidado, que os debo un post-crónica de mi aventurilla catalana…y digo aventurilla, porque siempre me pasa lo mismo, creo una expectación bestial, y luego me digo a mi misma… “¿¿Lucía, tu eres tonta?? Esto que a ti te daría para escribir una trilogía similar a la de El Señor de los Anillos, ¡¡¡es el día a día de muchísima gente!!! ¡¡Que aventura ni aventura!! … pero bueno, no puedo contároslo, sino de la manera en la que lo he vivido, y no puedo ocultar, que aunque mi interior y mi esencia, es la de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York, cuando me sacan de Huelva, me convierto en una auténtica catetilla.
¿¿Alguna vez os habéis lanzado a hacer algo con los ojos cerrados??
Si, así en plan me lanzo a la piscina, sin ni siquiera mirar a ver si está llena…
Yo últimamente lo estoy haciendo mucho, bueno, en general mi vida es un constante concurso de saltos, en el que a veces hago un triple giro mortal que pone al público en pie, y a veces, me lanzo desde 10 metros a una mini charquita, lo que conlleva, lógicamente, un pechugazo del quince…
¿¿¿Alguna vez habéis entrado en barrena???
No es ningún secreto, que me encuentro en una etapa de mi vida, un tanto agitada. Mi sensación no es otra, que la de nadar a contra corriente, en la que aún poniendo toda mi fuerza, ganas y empeño, por más que nado, no avanzo ni un solo palmo…o mi sensación es que el avance, no es proporcional al esfuerzo, que también puede ser…nadie dijo que las cosas fueran fáciles, pero no paro de preguntarme, para cuando ese pequeño repunte, que me haga coger un poquito de fuerzas, para seguir nadando.