Ains último domingo de agosto, y se va acabando lo bueno pero, llegadas estas fechas, me empiezan a entrar unas energías locas, un power incontrolable, una motivación intensa por empezar cosas nuevas y emprender proyectos…
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fotografía
¿¿Que echáis de menos?? ¿Que cosas, momentos o personas extrañáis??
Hoy estoy melancólica, así que supongo que por eso, os he hecho esta pregunta, porque aunque trato de corregir esa mala costumbre que tengo, de vivir en el pasado, no puedo evitar, en ocasiones, revivir algunos momentos que extraño…
Ains el veraneo…realmente, ¿¿¿es un estado transitorio de demencia???
¿¿El calor, la piel bronceada y la poca ropa, nos hace entrar en un proceso de euforia desmedida, que nos merma las facultades mentales, y hace que paguemos casi cualquier cosa sin rechistar??…aunque bueno, de que sirve que rechistemos, si siempre vendrán los «deseados» guiris, y abonarán felizmente esa factura desorbitada…
Ains, que ganitas de empezar a disfrutar del verano…levantarme, desayunar sin prisas con una camiseta viejuna y descalza…piscinear un poco, tomar el sol, comer con el bikini aún mojado, sestear un poco…volver a la piscina…regresar a casa y merendar a las 9…cenar al fresquito…y esas laaaargas conversaciones nocturnas de la sobremesa….que por cierto, como otras muchas cosas, se han jorobado pero bien, por culpa de internet…
#reto21diasdefotografia, Fotografía, Inspiración, Lifestyle
21 días fotografiando lo feo – Parte III
- Y siguiendo con la historieta Bloggever, diré que…
Al día siguiente nos levantamos a una hora prudente, aunque nuestros cuerpos querían hibernar directamente…había que aprovechar el día. Hicimos un buen desayuno, y dimos un paseíto por la playa de Gijón, antes de ir a comer…el día estaba pachucho…viento, fresquete y nubes que tapaban el sol a ratos, vamos, un día desagradable, pero no debieron pensar lo mismo los que, inexplicablemente, estaban pasando el día en la playa…EN BIKINI…Y BAÑANDOSE!!!…vamos que en el norte estáis hechos de otra pasta, mi total admiración…
Después de nuestro paseíto fuimos a comer, nos pusimos hasta las botas (ya he declarado mi amor profundo por la comida asturiana) y disfrutamos a tope de nuestro último ratito juntas.
Siguiendo con mi crónica del Bloggever, diré que al día siguiente la cosa mejoró bastante y mi moribundo cuerpo me dio una tregua…aunque un poco flojilla, conseguí levantarme de la cama, cargada de energía para el día que nos esperaba…hombre, también contribuyó mucho, el desayuno de campeona que nos ofreció Bea, y teniendo en cuenta que no comía nada desde hacía un día y medio, me dejó como nueva y me supo a gloria.