Siguiendo con mi crónica del Bloggever, diré que al día siguiente la cosa mejoró bastante y mi moribundo cuerpo me dio una tregua…aunque un poco flojilla, conseguí levantarme de la cama, cargada de energía para el día que nos esperaba…hombre, también contribuyó mucho, el desayuno de campeona que nos ofreció Bea, y teniendo en cuenta que no comía nada desde hacía un día y medio, me dejó como nueva y me supo a gloria.
Como sabéis, la semana pasada, estuve en Oviedo para asistir al evento blogger del año, Bloggever, en el que junto con mi compi y amiga Bea (camparinagreen), fui como fotógrafa. Os lo he ido contando por las redes sociales, pero solo por encima…ya me vais conociendo, y sabéis que me gusta enredarme en mis historias, así que hoy empieza la saga…voy a contaros, en condiciones, mi experiencia Bloggever, extendiéndome como se merece, porque aquí, hay mucha plancha…empezaré por el principio…
Vengo a haceros una pregunta…¿hacéis deporte?…ya en otras ocasiones hemos hablado un poco por encima de esto, y os he manifestado claramente, que soy más bien perrilla en este aspecto, pero últimamente, me estoy preguntando…que es lo que hace que te enganche el deporte, o más bien…que es lo que hace que lo abandones.
Ayer, después de la inundación que tuvimos en casa, tras el baño de Kinta, nos fuimos de cumple…pero no penséis en un cumple en plan fiesta cervecera y bailoteo…no, más bien no…cuando eres la única entre todas tus amigas que no tiene descendencia, los eventos sociales que te esperan son aquellos en los que hay tartas de Frozen, castillo hinchable y regalos de La Patrulla Canina…si, un cumpleaños infantil.
